Elegido líder de una Unión Soviética declinante, supo llevar a la misma a un proceso de cambios que acelerarían su caída pero que supondrían también el inicio de un proceso de cambios en pos de la apertura y la democracia que no han sido suficientemente reconocidos
Con sus recién estrenados 90 años, Gorbachov ha sido homenajeado por la fundación que dedica su obra a su figura. Casi en soledad, y con una falta de reconocimiento por la Historia reciente, sin embargo, sus 6 años al frente de la URSS cambiaron el mundo.
Nació en una familia campesina, y trabajó varios años como agricultor en su comunidad de origen, hasta que pudo acceder a la universidad para formarse como abogado a principios de los años 50, en los que ingresó en el Partido Comunista de la Unión Soviética.
Poco a poco fue escalando posiciones en el partido hasta que en 1980 consigue entrar en el politburó, máximo órgano dirigente del partido y por ello del Estado.
Elegido Secretario General en 1985, y rodeado de nuevos pensadores, tecnócratas distanciados de la ortodoxia comunista, hace un diagnóstico muy difícil de la situación económica, proponiendo una serie de reformas radicales, encaminadas a solventar el colapso.
Al mismo tiempo entendió que la URSS solo podía ser viable en un entorno de paz mundial y acercamiento a occidente, especialmente a Estados Unidos. Para ello comenzó a poner en práctica una serie de acuerdos multilaterales de reducción de armas nucleares, lo que supuso en la práctica, el acercamiento al mundo occidental, liderado en esos momentos por Reagan, Thacher, Juan Pablo II o líderes de la entonces Comunidad Europea, como Kolh o Mitterrand. El precio de dicho acercamiento fue el distanciamiento con la vieja guardia comunista que había dirigido el país desde la Segunda Guerra Mundial, y que no esperaban un final de la guerra fría pacífico y asumiendo el colapso económico al que había llegado, lo que de hecho suponía asumir la derrota de la alternativa al capitalismo, por agotamiento propio y falta de flexibilidad o adaptación a las nuevas realidades mundiales.
A nivel interno, Gorbachov fue consciente que un pueblo asfixiado económicamente generaría serios problemas sociales, por lo que puso en marcha una serie de reformas democratizadoras, no con la intención de acabar con el comunismo, sino de otorgarle posibilidades de futuro. Así impulsó su “perestroika” cuyo eje principal era la transparencia, la libertad de prensa, la capacidad del desarrollo individual y libertad de expresión. En este período los ciudadanos soviéticos vivieron el periodo de mayor libertad individual de toda la historia de la URSS, aunque en medio de unas dificultades económicas que dejaban los mercados vacíos y unos niveles de pobreza desconocidos desde la Segunda Guerra Mundial. Gorbachov llegó a convocar las primeras elecciones multipartidistas de la URSS, pero no fue suficiente.
Tal vez el bajo precio del petróleo de aquellos años jugó en su contra, tal vez la presión occidental, quizás la presión interna de la intransigencia comunista de los viejos dirigentes o la mezcla de todas ellas, desembocaron en el intento de golpe de estado del propio Partido Comunista contra Gorbachov, y en la posterior declaración de independencia de Rusia, con Yeltsin como máximo dirigente, Ucrania y Bielorrusia, que en pocos días arrastró a la independencia del resto de repúblicas. Todo ello, con Gorbachov arrestado, Yeltsin crecido y aupado por occidente, y el muro de Berlín derrumbado.
Gorbachov intentó reformar un sistema demasiado envejecido, y se topó con la incapacidad para llevarlo a cabo. Solo cabía comenzar de cero, pero eso lo sabía el mundo occidental capitalista, y no estaba dispuesto a renunciar a la hegemonía de un sistema sin competencia.
La segunda mitad del S.XX nos deja dos personajes históricos con una influencia positiva en el devenir de la Historia, Nelson Mandela y Mijail Gorbachov. Con el segundo aún presente, sería deseable que llegara el merecido reconocimiento, como sí le ha sido otorgado al líder sudafricano.
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Hay numerosas voces del mundo soviético tradicional que acusan a Gorbachov de colaboracionista para dinamitar desde dentro la URSS, de ahí el escaso reconocimiento de su pueblo, además de haber quedado en el subconsciente de la población, una época muy dura de crisis económica. Sabemos muy poco del entramado geopolítico de la época. Gracias por los artículos, muy buenos.
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Tienes razón. Es un personaje con luces y sombras y opiniones encontradas. Sin embargo, también es un protagonista de su tiempo y como tal, debe ser conocida su historia. Gracias por tu comentario. Nos anima a seguir avanzando !!!
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Creo Gorbachov solo aceleró el derrumbe del sistema sovietico. Paradojicamente fue una voladura controlada, que con otro líder quizás hubiera producido una crisis internacional más descontrolada si cabe, mucho mas grave de lo que ocurrió, golpe de estado, descomposición de la URSS, crisis económica…
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Está claro que era un fin inevitable. Lo difícil era prever las consecuencias posteriores. Gracias por tu comentario !!!!
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Gorbachov tuvo el mérito de comprender q solo un socialismo humanista, democrático y transparente eran la opción viable. Desafortunadamente, el régimen socialista creado por Lenin y Stalin no podía ser reformado. Tuvimos la suerte q Gorbachov estaba al frente de su fallecimiento, y la violencia no fue usada para frenar su caída o culpar a «otro» externo de la caída.
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Efectivamente, la transición pudo haber sido mucho mas cruenta y complicada. Gracias por tu comentario !!!
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