Itálica, cuna de emperadores

En la actual Santiponce, a medio camino entre Sevilla y Alcalá del Río, nos encontramos con los restos de la primera ciudad fundada por el Imperio Romano fuera del territorio italiano: ITÁLICA, ligada desde sus orígenes a grandes personajes como Escipión el Africano o los emperadores Trajano y Adriano. Será con estos dos emperadores cuando la ciudad alcanzaría su periodo de máximo esplendor llegando a ocupar una superficie de casi 52 hectáreas para poco a poco ir siendo abandonada y olvidada durante siglos.

  

De Itálica se sabe que ya fue habitada en época prerromana por el pueblo turdetano. Fundada en el año 206 a.C. por Publio Cornelio Escipión (más conocido como Escipión el Africano), uno de los grandes  protagonistas  en la  II Guerra Púnica (contienda que enfrentó a Roma contra Cartago). Escipión (encargado de continuar la lucha contra Cartago en Hispania tras la muerte de su padre en batalla) desembarcó en el año 210 a.C junto a sus tropas en  Ampurias , tomando un año más tarde la ciudad de Carthago Nova, lo que le reportaría gran popularidad además de múltiples alianzas con las tribus hispanas. Reforzado por estas nuevas alianzas, el ejército romano avanzó rápidamente por el sur de la Península Ibérica, enfrentándose en el 208 a.C a las tropas de Asdrúbal Barca al que vencen en la Batalla de Baecula. De esta forma, Escipión aprovecha para conquistar el Valle del Guadalquivir (Baetis) produciéndose la última gran batalla contra Cartago en suelo hispano en el año 206 a.C: la Batalla de Ilipa (donde las tropas cartaginesas quedaron totalmente destruidas).

Tras esta campaña, Escipión asentará a sus heridos y veteranos en una ciudad turdetana preexistente en el Cerro de San Antonio y a la que bautizó con el nombre de Itálica. La ciudad nace como campamento militar para mantener la soberanía la Roma en la región recién conquistada. En un principio, ambas comunidades convivieron hasta que poco a poco el elemento romano  fue imponiendo su estilo de vida. Este lugar reunía unas condiciones óptimas desde un punto de vista agrícola, permitía el control de la producción minera (situada en la sierra norte de Sevilla y Huelva), resultando un potencial centro de intercambio con las comunidades vecinas turdetanas, además de contar con la protección fluvial del río Baetis.

Será con Cesar Augusto cuando se le concede a  Itálica el estatus jurídico de municipio, lo que trajo consigo la prerrogativa de acuñar moneda y favoreció mejoras estructurales para la ciudad. Las élites comenzaron la construcción de casas cada vez más suntuosas  convirtiéndose en una de las principales urbes en todo el imperio romano. Es durante los reinados de Trajano y Adriano cuando Itálica alcanzará su mayor esplendor, pasando en época de Adriano a colonia romana, con el nombre de Colonia Aelia Augusta Italica. Ambos  emperadores gobernaron el Imperio en el momento de su máxima expansión. Tanto Trajano como Adriano pertenecían a antiguas familias itálicas establecidas en Hispania desde el siglo II a.C. Gracias a su riqueza, estas familias pudieron ir promocionándose políticamente y vincularse con la élite senatorial romana, formando verdaderos clanes. Itálica llegó a ser la ciudad que más senadores aportaba a Roma, lo que hizo que su influencia fuera considerable tanto en el ámbito político, como en el económico durante los siglos I y II d.C.

Marco Ulpio Trajano nació el 18 de septiembre del año 53 d.C. en Itálica, siendo el primer emperador de origen provincial. Sucedió a Nerva y fue emperador desde el 98 hasta su muerte en el 117. Emperador militar por excelencia, considerado ejemplo de buen emperador (optimus princeps) y modelo de las antiguas virtudes de la nobleza romana. Tras su victoria contra los dacios trajo a Roma el tesoro escondido de Decébalo que ascendía a miles de kilos de oro y plata, financiando con él el colosal foro de la capital y la columna que lleva su nombre (donde se conmemora su victoria en Dacia). Tras la ocupación del reino nabateo dio al Imperio Romano la mayor expansión militar jamás alcanzada.

Busto de Adriano. Fuente: wikipedia

De Publio Elio Adriano no se sabe con seguridad si nació en Itálica o en Roma, lo que sí es seguro es que pasó la mayor parte de su infancia en la ciudad hispana y será con él cuando en Itálica se produzca la mayor reforma urbanística (llegando a triplicar su tamaño). 

Adriano era sobrino segundo por línea materna de Trajano, el cual lo adoptaría al final de su vida (aunque existan controversias sobre este tema)  convirtiéndolo en su sucesor. Fue emperador del imperio desde el año 117 hasta el 138. Admirador de la cultura, favoreció las nuevas formas artísticas a lo largo del Imperio, convirtiéndose en el emperador más helenizado y culto. Su objetivo fue trazar unas fronteras estables que resultaran fáciles de defender, reforzando aquellas más inestables con fortificaciones permanentes, siendo la más significativa la construida en Gran Bretaña, tras la toma del norte de la isla y que es conocida como el “Muro de Adriano”.

En cuanto a la ciudad de Itálica, Adriano no reparó en gastos para la creación de un nuevo espacio urbano (nova urbs) para alojar a la élite de la ciudad, siendo construido al norte del núcleo original (conocido desde ese momento como vetus urbs). Su  trazado era ortogonal , formado por una cuadrícula de calles anchas y manzanas rectangulares (protegidas por murallas exteriores). Cada manzana estaba ocupada por una o dos casas de carácter residencial, auténticas mansiones decoradas con mármoles, estatuas y mosaicos de inspiración helenística.

Entre sus proyectos se encontraba la creación de grandes edificios públicos y la dotación  a la ciudad de un eficiente sistema de cloacas. Hizo construir un santuario dedicado a Trajano (Traianeum) , un complejo de termas a la última moda y un anfiteatro. Su planificación contaba también con un acueducto que desembocaba en una red de cisternas y de fuentes que adornaban las plazas y calles del nuevo barrio.

Sin embargo esta época de esplendor fue bastante efímera. Debido a las continuas amenazas de los pueblos bárbaros, y a la subida al trono imperial de los Severos en el siglo III, la nova urbs, poco a poco, fue siendo abandonada por las élites locales. Buena parte de la zona residencial es víctima de la inestabilidad del terreno y  de la falta de mantenimiento de los edificios, al ser incapaces de sufragar los gastos municipales.

En época visigoda el papel de Itálica es meramente testimonial. Se tiene constancia de que las murallas de la ciudad fueron restauradas por el rey visigodo Leovigildo en el año 583 en el marco de la guerra civil  que mantenía con su hijo Hermenegildo y durante la  época árabe, se convertiría en una permanente cantera de materiales para reforzar la  defensa de la ciudad de Sevilla, (parte de la base de la Giralda está construida con piedras procedentes de Itálica).

Paulatinamente, la gran ciudad de Itálica fue cayendo en el olvido, siendo objeto de robos, destrozos y de un continuado expolio  Entre los siglos XVII y  XVIII los muros de su anfiteatro fueron derruidos para construir un dique en el Guadalquivir, mientras que para la construcción del Camino Real de Extremadura parte de la primitiva vetus urbs fue también destruida, además de asentarse en sus ruinas el actual pueblo de Santiponce. No será hasta finales del siglo XVIII  cuando comenzarán las primeras prospecciones científicas dando lugar al resurgimiento del anfiteatro y las termas de Adriano. Estos descubrimientos no frenaron el expolio al que los turistas y visitantes sometían al yacimiento. Será en el siglo XX cuando comiencen los primeros intentos para su protección, siendo declarado en 1912 Monumento Nacional y años más tarde se delimitará la zona arqueológica de Itálica protegiendo sus restos y regulando las excavaciones. Actualmente se ha lanzado una candidatura para que Itálica obtenga la categoría de Patrimonio Mundial de la Unesco. 

Aún habiendo sido víctima de un continuado expolio a lo largo de los siglos, en el Conjunto Arqueológico de Itálica se ha hallado una de las mayores muestras de estatuas de divinidades romanas en la Península Ibérica como es la Venus de Itálica, de época adrianea (actualmente se puede contemplar en el Museo Arqueológico de Sevilla), cuyo restos fueron encontrados en  el corral de una casa particular a mediados de los años 30 del pasado siglo y que los habitantes de la casa usaban para cascar nueces, creyendo que era una simple piedra. Finalmente, mientras realizaban unas obras en casa descubrieron  que dicha piedra era el hombro de la estatua.

Se puede dividir la ciudad en dos zonas bien diferenciadas, la Vetus Urbs que es la fundada por Escipión  de la que apenas se tiene información (hoy en día bajo Santiponce) y la Nova Urbs que es la parte que se puede visitar del complejo arqueológico.

Los visitantes del Conjunto Arqueológico pueden admirar partes de:

Las murallas que delimitaban la ciudad y de las que se han encontrado los restos de un torreón de época de Augusto, localizado en el área del teatro, y un lienzo de época adrianea que se localiza cerca del anfiteatro. 

El anfiteatro construido en época de Adriano tenía capacidad para 25.000 espectadores y albergaba lo que se conoce como “espectáculos de sangre»: combates entre gladiadores, cacerías, enfrentamientos entre animales, etc. Recientemente fue utilizado como escenario de la serie “Juego de Tronos”.

El Teatro, su construcción es de la época de Augusto, es la obra civil más antigua de la ciudad y tenía capacidad para 3000 personas. Se encuentra en la llamada vetus urbs.  Su abandono, más que a la condena por motivos religiosos, se debe a que quedó en desuso cuando las élites locales comenzaron a abandonar la ciudad lo que produjo que ya en la Edad Media sus terrenos se usaran como almacenes o corrales. Será a partir de 1940 cuando comiencen los trabajos de restauración apareciendo parte de las gradas en el corral de una casa del pueblo. En la actualidad se representan obras teatrales en él. 

El “Traianeum”, se piensa (aunque no hay constancia segura) que este edificio pudo ser un templo construido por Adriano en honor a su predecesor, el emperador Trajano. Contaba con gran cantidad de esculturas y estaba circundado por  columnas de mármol además de contar con un altar para sacrificios.

Las termas,  hubo dos conjuntos termales, uno en la vetus urbs y otras en la nova urbs.  Ambas disponían de piscinas de agua caliente (caldarium), templada (tepidarium) y fría (frigidarium). Las termas mayores son  de la época de Adriano y  ocupaban una gran manzana en la ciudad nueva. Se conserva la estructura y distribución de las piscinas y hornos. El edificio ocupaba aproximadamente 32.000 metros cuadrados y en ellas se encontraban además un gimnasio y una biblioteca. Las termas menores o “de trajano”, situadas en la ciudad vieja, son visibles dentro del pueblo de Santiponce, pero, debido a encontrarse debajo de las casas, no se ha podido excavar en su totalidad. Los restos visibles se corresponden con el área central y trasera de los baños.

Las Domus, pertenecían a las familias más ricas e influyentes, todas ellas respetaban la estructura  de vivienda tradicional romana con sus patios interiores y algunas de ellas estaban  decoradas con magníficos mosaicos que han llegado hasta nuestra época. 

La Casa de la Exendra con un tamaño de 4000 metros cuadrados, el edificio se presupone  que pudo haber sido un edificio semipúblico, posiblemente un colegio privado, donde también vivirían los dueños. Desde el vestíbulo se accedía a la zona residencial que se organizaba en torno a un patio porticado con un estanque en el centro. Se han encontrado restos de lo que fueron los baños termales y un gimnasio.

Mosaico Casa de Neptuno. Fuente: foto de autor

La Casa de Neptuno: aún sin haber sido excavado en su totalidad, sus dimensiones alcanzan los 6000 metros cuadrados ocupando una manzana completa .Contaba con sus propias termas, además de varios e importantes mosaicos, principalmente el de Neptuno, rodeado de criaturas marinas.

La Casa de Hilas: llamada así por uno de los mosaicos encontrados en la casa y en el que se representa el Rapto de Hilas a mano de las ninfas.

Casa del Patio Rodio de las viviendas más lujosas y que aún falta mucho por excavar. En excavaciones recientes se han encontrado 3 nuevos mosaicos, dos con teselas en blanco y negro y un tercero con teselas policromas que alcanzan una superficie de 16 metros cuadros. 

Casa de los Pájaros. Fuente: foto de autor

La Casa de los Pájaros fue la primera de las viviendas excavadas en su totalidad. Con una ubicación privilegiada y de las más lujosas, fue una mansión destinada exclusivamente a los notables de la ciudad. En ella se encontró el mosaico que da nombre al inmueble.

La Casa del Planetario: Fue un edificio residencial de casi 1600 metros cuadrados y recibe su nombre de los mosaicos que representan a  las divinidades planetarias que en el calendario romano nombran a cada uno de los días de la semana. 

Hoy en día se sigue trabajando en el Conjunto Arqueológico de Itálica y los hallazgos que poco a poco van saliendo a la luz nos permiten recrear esta antigua ciudad, transportándonos a un pasado donde podemos pasear por el  trazado de lo que fueron sus calles y admirar los restos de casas y edificios públicos, sumergiéndonos en lo que fue una de las ciudades hispánicas más prestigiosas del Imperio. 

Etiquetas: Escipión el Africano, guerras púnicas, Trajano, adriano

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