Varosha, vibraba enloquecida en 1974 con la canción de Abba “Waterloo” que había ganado el festival de eurovisión de ese año, era el destino turístico de moda desde hace unos años, uno podía encontrarse en sus calles llenas de vida con actores de cine, músicos y estrellas mundialmente conocidas, los bares de playa como el Edelweis servían copas sin cesar frente a la playa, era un lugar de ensueño en la apacible isla de Chipre. La ciudad había tenido un crecimiento explosivo y concentraba el 58% del turismo chipriota, 45 hoteles y 60 aparta hoteles, junto con más de tres mil negocios diferentes, veintiún bancos, veinticuatro cines y teatros y un paseo marítimo que se prolongaba hasta el infinito. Todo cambió el 14 de agosto de 1974
A pesar de que hubo una primera invasión turca en julio de ese año, en agosto las cosas parecían calmadas, Reino Unido, Grecia, Turquía y la república de Chipre intentaban buscar una solución política al conflicto y muchos se confiaron e hicieron sus maletas y viajaron hasta Varosha para poder disfrutar de la meca del turismo chipriota, la guerra parecía lejana de nuevo y todos deseaban olvidar aquel extraño episodio del asalto turco a la ciudad de Kyrenia / Girne. Las angustias de la guerra no llegaban hasta allí, o al menos lo hacían atenuadas, la gente no quería oír hablar de la invasión turca y todos confiaban en que se solucionaría de alguna forma.
Todo cambia, como un alud repentino en la montaña que provoca la tragedia, el 14 de agosto Turquía abandona definitivamente la mesa de negociaciones, se acabó la hora de los diplomáticos, vuelve la hora de las bombas. Turquía reanuda la invasión ese mismo día, y en esta segunda invasión el paraíso de ensueño se transforma en pesadilla. Desde el mismo 14 de agosto la zona turística de Varosha comenzó a sufrir un pesado bombardeo por parte de la aviación turca, las tropas turcas se acercan hacia Varosha.
El día 15 las tropas turcas están a punto de entrar, los grecochipriotas temen una horda invasora y cogen todo cuanto pueden y abandonan la ciudad, a toda prisa, tanto que aún quedan las ultimas cervezas sin recoger en los bares antes de la huida.
Será la última vez que puedan regresar hasta 2021 cuando el ejército turco reabre la ciudad por primera vez al mundo, probablemente nunca puedan recuperar sus casas y negocios, desde este verano lo que enseña el ejército turco al mundo es el esqueleto de una prosperidad destruida por la guerra, han abierto las calles pero los edificios siguen abandonados, nos enseñan los huesos y las vertebras de una sociedad muerta, el mal hacer que condena un lugar que generaba riqueza en un vertedero que se cae a trozos.

Es difícil comprender lo que sienten los grecochipriotas que están volviendo a Varosha para visitarla después de tantos años, lo que pasa por sus cabezas al ver como el tiempo se ha detenido, como todo ha cambiado, y como sin embargo sus casas siguen allí congeladas en el tiempo sin poder volver a ellas, pasan junto a los hoteles donde trabajaban, parecen pequeñas hormiguitas atravesando un cementerio de elefante donde las carcasas animales blanquean al sol. Hacen fotos de las que fueron sus casas, sin poder entrar el interior que ha sido largamente saqueado y arrasado, viendo a lo lejos los edificios uno pensaría que la ciudad está lista para recibir a los turistas.
¿Cómo y porque Turquía destruyo este lugar? ¿Por qué como otros lugares no fue simplemente repoblado por los turcochipriotas y los colonos turcos?

El motivo por el que hasta ahora Turquía no ha asentado población es por culpa de las resoluciones de la ONU en contra de ello: 365 (1974), 367 (1975), 541 (1983), 544 (1983) y 550 (1984), en concreto esta última es la que expone con más claridad la postura del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
“los intentos de asentamiento en cualquier parte de Varosha por cualquier persona que no sea sus habitantes es inadmisible”
Para responder a porque esta ciudad recibió un trato diferente al de otras como Kyrenia / Girne tenemos que entender un poco sobre el origen de esta ciudad.
Famagusta / Gazimagusta era un enclave mixto con una población turcochipriota asentada junto a la grecochipriota desde hace siglos, con catedral y mezquita, una ciudad muy antigua rodeada por murallas. Estas resultaban un problema para el desarrollo urbanístico de la ciudad.
Por ello se realizó un ensanche de la ciudad que se extendiera hacia el sur ocupando la franja litoral, esta zona estaría orientada a la actividad turística, en la costa, y residencial más al interior.
Este ensanche saco a los grecochipriotas de intramuros dejando el interior para los turcochipriotas. Fue un proyecto urbanístico de gran calado emprendido por los grecochipriotas con Stavros Economu, famoso arquitecto chipriota, ingeniero municipal de Famagusta / Gazimagusta que lidero en los años 60 con gran apoyo de bancos e inversores europeos el explosivo urbanismo de Varosha.


Al ser por tanto un enclave grecochipriota edificado por ellos y financiado por capital grecochipriota, griego y extranjero no se podía aceptar en ningún caso la ocupación de la ciudad.
¿Qué sucede tras la ocupación una vez no se puede colonizar la ciudad? ¿Por qué Turquía dice que va a colonizarlo?

En 1974 la ciudad se rodea con una verja y se realiza un segundo ensanche para sacar a los turcochipriotas más allá del recinto murado, mas tarde cuando se construye la Eastern Mediterranean University se desarrolla otro ensanche al norte de la ciudad.
Sin embargo, en la actualidad Turquía y la república Turca del Norte de Chipre han abierto la ciudad al público como si se tratase de una atracción, las calles han quedado abiertas al público, con truck foods y bicicletas para pasear por la ciudad. Revindican que Varosha pertenece a los turcochipriotas, ¿Por qué? Antes de la ocupación británica la isla pertenecía al imperio Otomano que la conquisto en 1571. Con la conquista los sultanes otomanos cedieron amplias extensiones de tierra a fundaciones caritativas islámicas, las Vakufya, cuando entran los británicos a estas fundaciones islámicas se les expropian los terrenos que pasan a la municipalidad. Los terrenos de Varosha pertenecieron a estas fundaciones islámicas Vakufya y pasaron a la municipalidad de Famagusta / Gazimagusta durante el mandato británico, y en los años sesenta la municipalidad los recalifico para lanzar este ensanche en los años 60. Esta es la justificación para tratar de no devolver nunca el que fue el centro turístico más importante de la isla a sus legítimos habitantes.
Turquía usa el contenido simbólico de la ciudad en sus negociaciones, y no duda en golpear con el dolor del recuerdo a los grecochipriotas cuando se sientan en la mesa de negociaciones. Probablemente Turquía no está interesada en invertir los miles de millones de liras turcas que costaría recuperar Varosha, pero utiliza psicológicamente la posibilidad de reabrir la ciudad como una amenaza constante a sus antiguos pobladores que en muchos casos son incapaces de aceptar la perdida.

En los últimos cinco años los caminos del Norte y del Sur no han dejado de separarse, además Turquía se aparta de los mandatos de las naciones unidas y nadie sabe a donde conduce la dirección emprendida por Erogan.
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