El inicio de la Segunda Guerra Mundial encontró a España con una extensa red diplomática ya consolidada. Muchos de los diplomáticos que la representaban eran antiguos combatientes en la anterior Guerra Civil española, o diplomáticos de carrera. El inicio de las hostilidades y la paulatina presión y crueldad que el régimen nazi fue ejerciendo ante la población judía principalmente, situó a estos diplomáticos ante la tesitura de tener que decidir que hacer en esas circunstancias. En ese momento, fueron varios los protagonistas de increibles actuaciones que en muchos casos puso en juego no solo su carrera diplomática, sino su propia vida. Repasamos sus historias.
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Bernardo Rolland de Miota
Sebastián Romero Radiagales