¿Es posible conocer la identidad de los pueblos han pasado por Roma y el Lacio desde ¿Es posible conocer que pueblos han pasado por Roma y el Lacio desde la prehistoria hasta el presente? Esto es lo que ha intentado el equipo de Jonathan Pritchard que ha estudiado la composición étnica de Roma y del Lacio a lo largo de 12.000 años, y lo han hecho estudiando el ADN de los restos humanos encontrados en la región desde el paleolítico superior hasta la actualidad. En la Lechuza inquieta os invitamos a conocer los resultados de esta investigación, publicados en la revista Science, Jonathan Pritchard ha abierto una ventana al pasado y hoy nos asomaremos a través de ella.
El trabajo del equipo de Jonathan Pritchard, del laboratorio de Genética de Poblaciones en la Universidad de Stanford, ha sido profundamente revelador y ha marcado un camino a seguir, tanto es así que tras ser publicado en la revista Science, una de las más prestigiosas del sector. Se embarcaron en un proyecto muy ambicioso, combinaron los avances más punteros en genética con los últimos descubrimientos que ha podido aportar la arqueología, una aventura que llevo a este equipo de investigadores a un viaje apasionante a través de la historia de Roma y del Lacio. Una de esas ocasiones en las que la historia danza de la mano de la ciencia.
Conociendo el pasado a través de nuestros genes
La clave para conocer el origen étnico es seleccionar regiones del ADN donde buscaremos las diferencias asociadas a cada etnia, se trata de pequeños cambios muy concretos del ADN que no tienen ninguna repercusión, es decir no afectan a nada observable como el color de ojos o de pelo, son los denominados SNPs (polimorfismo de un único nucleótido, single nucleotide polymorphism, en sus siglas en inglés). A menudo varios de estos SNPs están ligados y se heredan. A la vez, este conjunto se denomina haplogrupo y han permitido que estudiemos de donde provienen las poblaciones actuales.
Se buscaron en el ADN de más de 127 individuos, procedentes de más de 29 yacimientos diferentes repartidos en la propia Roma y a lo largo de la región del Lacio, los haplogrupos conocidos, un hito técnico dado que los restos estaban en algunos casos profundamente deteriorados.
Los individuos fueron llegando de los sitios más recónditos de la región, los más antiguos de la Grotta de Continenza, un yacimiento prehistórico (epigravetiense, esto es del paleolítico superior, hace unos 10000 años) donde se habían encontrado no solo estos enterramientos de donde procederían los individuos secuenciados.
Y así fueron llegando de cuevas, de antiquísimas necrópolis de la edad del hierro, de marmóreos mausoleos donde reposaban patricios romanos, de humildes tumbas, de escondidas catacumbas cristianas, como las de Santi Marcellino e Pietro (136-500 ac), de las criptas de iglesias como las de la Basílica de San Lorenzo (una de las más antiguas de Roma) hasta llegar a la edad moderna.
Aprovechando los avances en genética de los últimos años el laboratorio de Genética de Poblaciones de Jonathan Pritchard ha reconstruido los orígenes de cientos de individuos de la región del Lacio a lo largo de 12.000 años, abriéndonos una ventana para conocer de donde procedían los habitantes de esta región en cada momento histórico.
Cuatro momentos trascendentales en la historia de Roma
Ahora sabemos mucho más sobre la historia étnica de la región, conocemos que existieron cuatro momentos trascendentales que supusieron un cambio completo, un reemplazo completo de la población, la población original desapareció con la llegada de nuevas gentes que llegaron sus innovaciones para quedarse.
Paleolítico superior y Mesolítico 15000-7000
Los individuos más antiguos, entre quince y siete mil años de antigüedad, pertenecían a unas gentes que hoy denominamos “los cazadores recolectores de la Europa occidental” (WHG, Western Europe Hunters and Gatherers, sus siglas en inglés, en adelante). ¿Quiénes eran los WHG? Apenas algo sobre su organización semi nómada y algunas características físicas, ojos azules y piel oscura, como descubrieron analizando su genoma los científicos del equipo de Lalueza-Fox.Fueron muy exitosos poblando prácticamente toda Europa.
Neolítico 6000-3500
Durante el neolítico se produce un gran cambio, desaparecen por completo estos WHG que son reemplazados por los primitivos agricultores de Anatolia, y también, en menor medida, por poblaciones neolíticas del Cáucaso o de Irán. Todo esto encaja perfectamente con la arqueología que detecta cerámicas anatólicas en la región. Un cambio de pobladores que implica un cambio de vida, los pastores y ganaderos reemplazan a los cazadores y recolectores.
Hacia el final del neolítico, y esto es interesante por lo desconocido de este proceso, parece que retornaron individuos WHG, tal vez el empuje de las poblaciones orientales genero una cadena de movimientos y reorganizaciones, sin embargo, acabaran por desaparecer de nuevo.
Edad del cobre 2900-500
Después de un largo periodo, casi tres mil años, en el que estas pacificas poblaciones de agricultores habían florecido, llegan gentes del otro lado de Europa, concretamente de las estepas del mar negro (estepa pontico-caspiana).
Llegan los pastores de las Estepas Occidentales, lo hacen trayendo su modo de vida a lomos de sus caballos, fue la primera irrupción entre los habitantes de la región de jinetes adiestrados equipados con armas de metal, esto les confirió una gran ventaja que termino con el completo reemplazo de los agricultores anatolios.

Tras estos grandes desplazamientos, sobre estas poblaciones aparecen por primera vez lo que denominamos etruscos y latinos, estudiando las diferencias entre ellos, aunque leves, observamos que los etruscos parece que recibieron aportes de poblaciones del norte de áfrica, relacionadas con poblaciones antiguas de lo que hoy es marruecos, y que los latinos tenían un mayor aporte de la zona oriente próximo.
República e Imperio

Sobre este sustrato y con la llegada de pobladores de todo el mediterráneo, y en menor medida de las provincias occidentales conquistadas por Roma, se configura la composición étnica que imperaba durante la república y la mayor parte del Imperio Romano. Fue muy importante el aporte del mediterráneo oriental por encima de otras regiones del imperio.
El estudio ha logrado demostrar que hubo dos momentos, el paso del mesolítico al neolítico y de la edad del cobre a la del hierro en la que se produjo un completo reemplazo de la población que entonces habitaba el Lacio por nuevos pobladores. Además, el resto de los cambios poblacionales que describen para cada época se ajustan perfectamente a lo que ya nos permitía intuir la arqueología y las fuentes históricas convencionales.
Época Tardo-Antigua
Introducción de un fuerte componente germánico entre los romanos
La época tardo antigua, significa la llegada de poblaciones de Europa central, los ostrogodos (siglo V) y lombardos (siglo VI), si bien no trajeron a un gran número de nuevos pobladores, como Roma había perdido por esas fechas gran parte de su población, inestabilidad política y plagas, si fueron suficientes para cambiar la composición de la población, recibe un gran aporte germánico. Es en esta época cuando los habitantes del Lacio van pareciéndose a los actuales italianos.
Edad Media

Los romanos se hacen más germánicos y mas escandinavos
La edad media significa para el Lacio la incorporación de más población de la Europa central, la región durante la edad media está controlada por los estados papales, en aquel momento, estaban dentro de la órbita del Sacro Imperio Romano Germánico. Además de alemanes, también se detectan aportes de pobladores de la Europa del norte, lo cual encaja con la llegada de invasores normandos que conocemos por las crónicas de la época. A partir de la edad media no se detectan grandes cambios, las poblaciones de la Italia medieval comparadas con las actuales presentan rasgos muy similares.
Conclusiones
Debemos ser conscientes de los límites de este trabajo, se trata de una aproximación. Para poder conocer con exactitud la composición étnica es necesario tomar muchos más individuos de cada época, especialmente en el caso de las épocas remotas, mesolítico, neolítico y edad del hierro, desgraciadamente poco nos ha llegado hasta nuestros días de aquellas épocas.
Otro limitante en este estudio tiene que ver con algo tan cultural como los rituales funerarios, es perfectamente conocido que la tipología de enterramiento está muy relacionada con el grupo cultural de cada individuo, y en este estudio se está cometiendo un sesgo claro pues los restos procedentes de rituales de cremación, de los que es más difícil extraer el ADN, están infrarrepresentados con respecto a las inhumaciones.
A pesar de ello, la información que arroja este estudio es coherente con lo que la historiografía y la arqueología nos invitaban a pensar, es un primer paso de valor excepcional para poder continuar en esta línea, secuenciando más y más individuos, pero no solo en el Lacio, si no en todas las regiones europeas. Cada estudio que se realice aporta nueva información que enriquece y contextualiza a estudios previos, estamos ante un momento maravilloso en el que la genética se está revelando como una herramienta clave de valor excepcional que permite llegar más lejos de lo que la arqueología nos permitía llegar hasta ahora