Las minas de San Finx de Lousame, el metal que blindaba los tanques

Galicia desempeñó un papel estratégico durante la II Guerra Mundial por la gran cantidad de wolframio que había en su geografía, especialmente en la zona más próxima a la costa, y que era determinante para ambos bandos en la creación de armamento y de tanques

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Por Karina Rodríguez Groba

Las minas de San Finx (o San Fins) son, junto a las de Fontao, el yacimiento minero más importante de Galicia. La mineralización es principalmente de casiterita y wolframita, encontrando también calcopirita, pirita, arsenopirita, molibdenita y scheelita, pero en menor cantidad. Se encuentran en el ayuntamiento gallego de Lousame, en la provincia de A Coruña y cerca de ría de Noia.

Debido a los diferentes restos arqueológicos que hay en la zona se ha estipulado que existieron asentamientos desde épocas prehistóricas. Los indicios indican que en este territorio se extrajo minerales desde la Edad del Bronce. Además el Petroglifo de Lousame es una prueba de este asentamiento, el cual tuvo su continuidad en época castrexa. El estaño era un metal fundamental para crear bronce con aleación con el cobre. A lo largo de la Edad Media la zona también estaba activa y muy estrechamente unida al Camino de Santiago. Los artesanos necesitaban el estaño para crear joyas y otros enseres de metal para los peregrinos.

Con todo, es desde finales del siglo XIX cuando las minas empiezan a ser explotadas con mayor intensidad siendo la propiedad de origen británico. A inicios de la década de 1880 Sir Thomas Winter Burbury llega a Noia y solicita concesiones mineras tras haber realizado unas cuantas prospecciones y haber encontrado estaño. Este cede la concesión a su sobrino Henry Winter Burbury y en 1884 se registra dicha licencia bajo la compañía “The San Finx Tin Mines Limited”, propiedad de la familia Burbury.

La titularidad de fábrica va teniendo diferentes gerente, aunque todos ingleses, hasta llegar a Alfred Burne, que estuvo al mando entre 1933 y 1939. A pesar de que en este tiempo estaba teniendo lugar la Guerra Civil en España, el principal mineral que se extraía seguía siendo el estaño, porque aún no se conocían las características del wolframio.

A inicios de 1940 las minas de San Finx pasan a formar parte de Industrias Gallegas S.L y coincide con el periodo de mayor expansión de la fábrica y, por lo tanto del ayuntamiento, lugar al que llegaba gente de las localidades colindantes y de otras no tan próximas. En 1950 la población pasa de los 4.000 habitantes que tenía censados en 1900 a tener 6.500, este crecimiento es un caso aislado, porque lo común en Galicia era perder población en la emigración masiva hacia Latinoamérica.

Hay que tener en cuenta que el contexto de esa época era el de la posguerra española. Había mucha hambre y necesidad por lo que la gente acude a Lousame en busca de trabajo. A mayores de los que tenían contratos laborales estaban aquellos que buscaban material a nivel superficial tanto por el monte como en la denominada como “zona libre” y los propios trabajadores conocían esta acción como “andar á roubacha” o “ir ás pintas”, luego estaba el comercio ilegal de minerales.

A medida que iba creciendo la población junto a ella iban creciendo las infraestructuras y poco a poco se fue formando en torno a las minas una villa con edificios destinados a las distintas funciones, aunque la mayor parte se construyó en los años en los que la mina propiedad inglesa. Los trabajadores y sus familias solían vivir en los denominados Cuartel Nuevo, Cuartel Viejo, Casas Baratas y en la Casa del Páramo.

El Cuartel Nuevo consistía de una fonda en la que vivían en torno a medio centenar de obreros, las Casas Baratas, por su parte, eran dos edificios con tres viviendas cada uno de ellos y ahí se alojaban familias de trabajadores. En la Casa de la Gerencia residieron los gerentes hasta la década de los 60 mientras que la Casa Azul estaba destinada para los facultativos, pagadores y sus respectivas familias. Se contaba con un médico que se alojaba en la Casa dos Regos.

No solo hombres trabajaron las minas, sino que hubo una gran presencia femenina en los distintos ámbitos. Convivieron las trabajadoras con una situación laboral regulada con aquellas que no la tenían. Desempeñaron todo tipo de papeles, desde el servicio doméstico, cargar vagones, separar el mineral o de secarlo e ir a buscar leña al  monte para las fábricas. Una de las labores que tiene registrada es la de aguadoras (augadoras), eran aquellas mujeres que iban a buscar agua a las fuentes para la fábrica y casa antes de que existiera el agua corriente.

Las condiciones de vida en las minas eran muy duras, lo que llevó que mucha gente perdiese la vida. Una de las causas de muerte más habituales era la silicosis debido a las malas condiciones laborales y la nula o escasa protección del personal trabajador. Con todo hubo otras causas como el derrumbe de galerías o asesinatos en el contrabando. 

La fábrica comienza una época progresiva de declive en los años 60 que lleva al cierre de las minas en la década de 1990. Sin embargo, su imagen sigue en la actualidad en la memoria popular. Actualmente se pueden visitar y cuenta con un museo en que se explica el pasado de la zona.

Licencia imagen portada: Ostiudo, CC BY-SA 4.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0, via Wikimedia Commons

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