No, no se trata de una película-musical producida y dirigida por Norman Jewison, y a menos que hayas visitado recientemente la defensa del atlántico en la costa norte de Francia, posiblemente no sepas de lo que hablo…
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Por Francisco Javier Hernández Méndez
Se trata de John Steele, un paracaidista norteamericano de la 82ª División Aerotransportada, el cual se hizo famoso por haber aterrizado sobre el campanario de la iglesia en Sainte-Mère-Église, uno de los primeros pueblos de Normandía en ser liberado por los Aliados tras el desembarco en Europa en 1944,situado próximo a la playa de Utah Beach en la que desembarcarían las tropas americanas de la 4ª División de Infantería.
Este pequeño pueblo francés fue teatro de una de las hazañas bélicas más grandes de la historia militar. Ubicado en la península del Cotentin, a pocos kilómetros de Carentan, fue uno de los objetivos principales de las unidades aerotransportadas norteamericanas en el Día D, siendo la primera población en ser liberada por las fuerzas paracaidistas dentro de la conocida como Operación Overlord. Son muchos los testimonios que relatan como el pueblo vio literalmente “llover” paracaidistas desde el cielo, comenzando así la Invasión Aliada de Europa.
La idea principal en el planteamiento de la Operación Overlord en esta zona era la de aislar a las tropas alemanas en la Península del Cotentín, cortando el paso y la línea de abastecimiento de las unidades de defensa acantonadas en la zona norte. Para ello, se coordinó un desembarco anfibio en la costa y el uso de unidades paracaidistas en la zona del interior (la famosa 101ª División Aerotransportada tenía asignada la zona de salto un poco más abajo, próxima al pueblo de Sainte-Marie-Du-Mont) con la intención de “allanar” el camino, facilitar la entrada y dar paso al resto de tropas que iban a desembarcar en la playa, cuya misión consistiría en tomar la península, dirigiéndose hacia la zona norte, concluyendo la maniobra, finalmente, en la conocida como la Batalla de Cherburgo.
En lo que respecta al pequeño pueblo de Sainte-Mère, este fue asignado como zona de salto principal de la 82ª División Aerotransportada. Las tropas paracaidistas saltaron sobre el pueblo y sus alrededores durante la noche del 5 al 6 de junio de 1944, quedando la historia del pueblo ligada en lo sucesivo a la fama del paracaidista John Steele, el cual aterrizó en el campanario de la iglesia de dicho pueblo, donde terminó enganchado de su propio paracaídas, sin poder liberarse, sabiendo que era presa fácil para los soldados alemanes.
En cuanto al origen de nuestro protagonista… Steele nació el 29 de noviembre de 1912 en Estados Unidos. Hijo de un capitán de barco del Mississippi, John, y su esposa, Josephine; se alistó como voluntario en el ejército poco antes de que Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial (1941), al igual que dos de sus hermanos, Norman y James (Norman murió en combate en Alemania y James sirvió como marine en el Pacífico).
Como veníamos diciendo, Steele se ofreció como voluntario en la 82 División Aerotransportada, pues los soldados paracaidistas solo podían ser voluntarios, a diferencia de la infantería convencional (unidades terrestres). John fue destinado al 505º Regimiento de Infantería Paracaidista. Participaría en la Campaña del Norte de África y en la Invasión Aliada de Sicilia, actuando en la conocida como Operación Husky. Durante dicha operación se rompería la pierna izquierda a la hora de tomar tierra tras el salto en paracaídas durante la noche del 9 de julio de 1943, por lo que fue repatriado a un hospital en África del Norte, donde permanecería recuperándose de sus heridas un par de meses.
Tras su recuperación, regresaría a Italia en septiembre de 1943, combatiendo desde Salerno hasta Napoli, siendo trasladado en noviembre de ese mismo año a Inglaterra, donde se estaban ultimando los preparativos para comenzar la invasión de Europa.
Steele y los otros miembros del 505º Regimiento de Infantería Paracaidista aterrizaron en el pequeño pueblo de Sainte Mere-Eglise, en las primeras horas de la mañana del 6 de junio. El pueblo generalmente estaba despoblado a las 1:00 am, pero esa noche una bomba había causado un incendio en una de las casas cercanas a la plaza del pueblo, por lo que los soldados alemanes se encontraban despiertos intentando apagarlo cuando los paracaidistas americanos saltaron desde los aviones C-47. La mayoría de los soldados fueron abatidos por los alemanes en cuanto tocaron suelo. John quedó herido, recibiendo un fragmento de metralla en la pierna, dificultándole el control de su paracaídas. Finalmente terminaría enganchándose del campanario de la iglesia, y aunque trató de liberarse (se le cayó el cuchillo), se vio obligado a hacerse el muerto durante varias horas para evitar que le disparasen, llegando a quedar temporalmente sordo por el ruido de las campanas. John permanecería en el campanario hasta que dos soldados alemanes se percataron de que seguía vivo, bajándolo del campanario y haciéndolo prisionero. No obstante, lograría escapar del campamento de primeros auxilios alemán donde había sido recluido y donde estaba siendo tratado de sus heridas.
Posteriormente, realizaría un último salto de combate en septiembre de 1944, sobre la ciudad de Nijmegen, en Holanda, tomando parte en la liberación y el control de la zona, combatiendo en la famosa Batalla de las Ardenas. En abril de 1945, llegarían hasta la región de Frankfurt en Alemania. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial sería asignado a la 17 División Aerotransportada, siendo trasladado al puerto de Marsella para embarcar hacía los Estados Unidos en septiembre de 1945. Como reconocimiento por su labor recibió una estrella de bronce y dos corazones purpura. John regresaría en varias ocasiones a Sainte-Mère-Eglise con motivo de la conmemoración del Día D. Finalmente fallecería de cáncer en 1969 a la edad de 57 años.
Actualmente hay una estatua en homenaje a John Steele colgado de su paracaídas en el campanario de la iglesia de Sainte Mere-Eglise (un maniquí ataviado con la uniformidad y el equipamiento de un soldado paracaidista, recreando el momento en el que quedó enganchado del paracaídas). Los agujeros de bala todavía son visibles en los muros de piedra y en el interior del edificio, el cual se configura en un claro estilo gótico con un transepto románico. Además, las vidrieras de la iglesia se rompieron por los disparos y la fuerza de las explosiones, por lo que fueron sustituidas por otras con motivos de paracaidistas de la 82º División Aerotransportada con la Virgen, el Arcángel Miguel (considerado como el patrón de los paracaidistas y los soldados en general), imágenes de la iglesia con paracaídas de fondo, símbolos de los regimientos paracaidistas y distintivos de la unidad, etc. Por otra parte, delante del ayuntamiento se encuentra el kilómetro 0 de la conocida como “Ruta de la Libertad”, que conmemora los acontecimientos que marcaron el comienzo de la liberación. Además, la hazaña de este paracaidista inspiró para hacer multitud de películas y personajes basados en su figura. Tal es el caso de “El día más largo” (The longest day. 1962), dirigida por Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki, basada en la novela homónima escrita por Cornelius Ryan.