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A mediados del s. XIX, España vivió un raro periodo de estabilidad política y moderada disponibilidad económica que permitió el desarrollo de una activa política exterior en un contexto de establecimiento de los imperios coloniales europeos. La falta de disposición económica junto a otros factores hicieron que no se alcanzaran todos los objetivos perseguidos. Te lo contamos

Tiempo de lectura: 10 minutos

El objetivo de este artículo es destacar los conflictos militares y diplomáticos en los que se vio envuelto el gobierno de la Unión Liberal del general Leopoldo O’Donnell, que gobernó entre 1858 y 1863 y entre 1865 y 1866, dejando al lado el análisis sociopolítico extenso para no alargar en exceso su longitud.

Hay que decir que lo que los autores han denominado “política de prestigio” desarrollada por el gobierno de O’Donnell, no dejan de ser actuaciones en coherencia con las pòsibilidades reales del país en ese momento, por lo tanto limitadas en sus objetivos tanto por el factor económico, como por la relación con el resto de países. Además varias se desarrollaron de manera simultánea, lo que posiblemente restó eficacia a las mismas. Se refiere sobre todo a la expedición a Cochinchina entre 1858 y 1862, la Guerra de África de 1859 a 1860, la expedición a México de 1862, la anexión de Santo Domingo en 1861 y la Guerra del Pacífico de 1865, aunque también habría que citar la política hacia Italia. Aun así, las analizaremos de forma separada a efectos de mejor comprensión.

La expedición a Cochinchina

En 1850 España poseía extensas posesiones en Asia. A las Filipinas, se unía un rosario de archipiélagos como las Marianas, Palaos, etc. Sin embargo, la distancia a España, así como la desproporcionada importancia de Cuba, hacía que el interés diplomático y económico del gobierno hacia este rincón del Imperio fuera reducido. Por ello también, los sucesivos Capitanes Generales de Filipinas eran reacios a realizar campañas militares .

Sin embargo, en 1857 llegaba a Manila la información de que un misionero español había sido asesinado en el reino de Annam (actual Vietnam). Esto le vino perfecto al gobierno francés de Napoleón III para enviar a su embajador a entrevistarse con el gobierno español para solicitar la realización de una campaña militar conjunta hispano-francesa de castigo contra el reino de Annam con pretexto de la defensa del cristianismo, de los misioneros europeos, etc. En el fondo, lo que buscaba Francia era establecer su presencia colonial en esa zona. 

Sin embargo, el gobierno español cedió y ordenó al Capitán General de Filipinas que preparase una expedición. Sin embargo, el cambio de gobierno en España dejó la expedición en suspenso y tras la llegada de O’Donnell al poder en 1858 se reiniciaron las conversaciones. El gobierno francés garantiza al español que las ventajas obtenidas serán a partes iguales…sonaba raro. Además se pide que se añada a las tropas el apoyo naval desde Manila. El gobierno español pide por escrito las compensaciones pero el francés da largas. 

Aun así, se llega a un acuerdo y el 1 de septiembre de 1858 las tropas conjuntas desembarcan en Annam. El gobierno de O’Donnell llega a escribir al francés manifestando su interés por lograr alguna posesión territorial en Annam. Sin embargo, no lo logra. La paz se firma en 5 de junio de 1862 en Saigón. Francia sembrará la semilla de su dominio colonial en la Cochinchina. España logrará una pequeña parte de la indemnización económica que se fijó para las dos potencias en 400.000 dólares, y un pequeño recinto de 4.000 metros cuadrados en Saigón, que fue cedido a Francia en 1922. No parece una gran recompensa.

La Guerra de África

Esta es sin duda, la campaña militar con mejores réditos para el gobierno de O’Donnell. Se unió la buena preparación, los éxitos rotundos, la mitología que el gobierno supo crear en torno a ella. Se logró una rara unidad de todo el país a favor de la campaña.

Ocurrió que en 1859 un destacamento español fue atacado mientras realizaba obras de fortificación en torno a Melilla. Por supuesto, el gobierno español exigió el castigo de los culpables y reparaciones, enviando un ultimátum al Sultán, pero este no accedió a las peticiones españolas.

Donnell informó a los gobiernos extranjeros de sus intenciones de atacar Marruecos para lograr las compensaciones. El problema es que Marruecos estaba en el centro de todas las tensiones europeas. Os recomiendo leer los numerosos artículos sobre ello que tenemos en la web, y particularmente el del Tratado non nato de 1902. Y por lo tanto, Inglaterra no iba a permitir que España invadiera Marruecos. Por lo tanto, la campaña desde el principio tuvo unos objetivos limitados que entre otras cosas vetaba la posible conquista territorial.

El caso es que en diciembre de 1859 las tropas desembarcaron en Marruecos. La preparación fue excelente. Basta ver las cifras de intendencia, de medios, y la organización sanitaria. Las batallas se fueron ganando. En Castillejos los voluntarios del general Prim forjaron su leyenda. En Tetuán y Wad Ras, los españoles demostraron su superioridad.

El 26 de abril de 1860 se firmó la paz. España ampliaba los territorios de Ceuta y Melilla, Marruecos reconocía la soberanía española sobre las islas Chafarinas. Se establecía una indemnización de 400 millones de reales y se ocupaba Tetuán hasta que se cobrara la indemnización. Y además España recibía el territorio de Santa Cruz de la Mar Pequeña, que luego se conocería como Sidi Ifni.

Todo un éxito para España, aunque hay que decir que tuvo su efecto negativo porque para pagar las indemnizaciones, el gobierno marroquí tuvo que recurrir a empréstitos ingleses, lo que inició un ciclo de petición de empréstitos a ingleses sobre todo, que luego pagaban pidiendo nuevos empréstitos, lo que endeudaba cada vez más al estado marroquí, aumentando la influencia extranjera allí. Sobre esto os recomiendo leer este artículo sobre el origen del Protectorado español de Marruecos

Para España, las ganancias territoriales, la indemnización, y el bronce para forjar los leones de la entrada del congreso.

La expedición de Méjico

En el año 1855 había estallado en Méjico una guerra civil entre el gobierno conservador de Miramón y el bando de los liberales anticlericales de Benito Juárez. Ni que decir tiene que los intereses europeos estaban mucho mejor representados por Miramón.

Pero Miramón fue derrotado en 1860 y Juárez estableció su gobierno. 

En Méjico, los europeos en muchos casos poseedores de empresas, latifundios, explotaciones, etc, veían empeorar su situación, por lo que empezaron a pedir a sus gobiernos apoyo. Además, el nuevo gobierno se negaba a reconocer la deuda que Méjico había contraído con los países. Al mismo tiempo, algunos refugiados mejicanos en Europa fueron a las cortes europeas a ofrecer su apoyo para establecer una monarquía en Méjico. Así llegaron a la residencia del archiduque Maximiliano de Austria, hermano menor del emperador Francisco José de Austria.

El caso es que Napoleón III estaba convencido de lograr que el gobierno Juárez reconociera el pago de la deuda mediante la presión militar, para lo que logró el apoyo de España y Gran Bretaña. Así se formó una expedición militar con tropas de las tres naciones, en la que las tropas españolas al mando del general Prim eran las mejor preparadas y más numerosas, 5.600 españoles, 2.400 franceses y 800 ingleses.

La expedición arribó a Veracruz en diciembre de 1862 y el 14 de enero enviaron al gobierno Juárez el escrito con sus reivindicaciones que en principio se limitaban a las peticiones económicas y algunas más pero que parecían alejar la intervención militar. Aquí se impuso la tesis española que no deseaba la guerra. Hay que decir que la mujer de Prim era mejicana y tenía muchas relaciones allí, por lo que tuvo una cierta preeminencia en las negociaciones.

Sin embargo, mientras se estaba negociando, desde Madrid se informó a Prim que Francia enviaría 4.000 soldados más a Méjico para entronizar a Maximiliano. Prim vió claramente que España no podía participar en una plan de invasión de Méjico como pretendía Francia y cuando las tropas francesas desembarcaron en marzo, quedó claro del todo. El 9 de abril se da por rota la alianza y España e Inglaterra retiran sus tropas. Francia logró imponer a Maximiliano pero su gobierno duró poco.

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Créditos de las fotos:

archivoshistoria.com/expedicion-franco-espanola-cochinchina/

Antoine Léon Morel-Fatio, Public domain, via Wikimedia Commons

Francesc Sans Cabot, Public domain, via Wikimedia Commons

Joaquín Domínguez Bécquer, Public domain, via Wikimedia Commons

Pelegrí Clavé, Public domain, via Wikimedia Commons